Una historia trriste pero...

Una historia triste la de todos los perros que SIN DUEÑO RESPONSABLE están vagando por las playas de la costa atlántica!!!!!!! Estuve paseando por Costa Azul una localidad que se encuentra entre La Lucila y San Bernardo la semana pasada...Les soy sincera, me arruinaron las tardes y las noches al ver TANTOS, TANTOS perritos vagando, siguiendo a todos los que por allí paseaban...pidiendo una caricia o algo para comer. Entre ellos encontré una perrita mezcla con ovejero...tan delgadita que las lágrimas brotaban solas de mis ojos! Le compré comida para aliviar su pesar, le hice caricias y estuvo conmigo todo ese día...Sentada en la playa pensaba de qué manera podía aliviar su vida y entonces se me ocurrió que si entraba en celo y tenía crías, éstas serían tanto o más desnutridas que ella! Qué hacer, Señor!? Si en pocos días yo me volvía? Pensé entonces llamar a un veterinario y por lo menos dejarla esterilizada para que no ocurra lo que seguro iba a ocurrir! Así que arreglé llevarla el jueves por la mañana...pero no pude encontrarla ni a la mañana ni a la tarde, ni en la calle ni en la playa! Qué tristeza...no poder hacer nada por esa chiquitita! A la nochecita cuando fui a caminar...LA ENCONTRÉ !!! No se imaginan qué alegría cuando me reconoció...así que ya que estaba en el centro de San Bernardo la llevé caminado; no se separaba de mí mientras le hablaba y cada vez me encariñaba más con ella. LLegamos a la veterinaria y después de llorar un poco y suplicar más conseguí dejarla en un canil y con la castración pagada. A la mañana siguiente a las 9 ó 9.30 la operarían. A esa hora, firme, estaba yo allí, pero les confieso que no me atreví a tocarla ni saludarla...esa misma tarde partía para Buenos Aires y ya estaba muy encariñada con ella. La "ovejerita" como le pusimos con el veterinario...mi chiquita, tan flaquita! Espero que le hayan dado de comer la comida que le llevé...que se haya recuperado bien...que encuentre alguien que la quiera casi como yo... tendré que confiar en que el Señor no la abandonará...en cuanto pueda me comunicaré con la veterinaria Osella, de la calle Esquiú y Tucumán...Mientras tanto le doy gracias públicamente por tener" un corazón de carne y no un corazón de piedra"